- Decoración e iluminación con faroles coloniales y fanales iluminados con la luz de una vela de su romántica entrada rumbo al brocal que antecede el acceso al salón principal de la estancia.
- Juegos de living en blanco con mesas ratonas, puff y elegantes mesas y sillas de pub.
- Cubresillas enteros en combinación de colores con los senderos.
- Aire acondicionado.
- Cuatro áreas destinadas para cocinas y anexos.
Nuestros salones

Salón Principal
El Salón, único en su estilo, dispone de 800m2 para su evento social o empresarial y cuenta con una capacidad para eventos de 120 a 700 invitados.
Su pista de baile central, visible desde todo el salón, mantiene a todos los comensales en todo momento integrados al evento.
Su cielorraso decorado con su sistema dimerizado de iluminacióny spots direccionales logran un efecto especial en el armado del salón.
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Salón Colonial
Ubicado en el casco histórico de nuestra estancia y manteniendo intacto al estilo de su época, el Salón Colonial se adapta a todo tipo de evento social y empresarial.
Su capacidad, desde 20 hasta 120 invitados, cuya estructura de madera está totalmente integrada al área de parrilleros dentro de ese mágico entorno que caracteriza a la estancia.
Ver galeríaHistoria
Chacra La Redención, de típica arquitectura colonial, este antiguo casco de estancia a fines del siglo XIX mantiene intactas sus instalaciones y su estilo.
Declarada Patrimonio Histórico Nacional, su historia se remonta al año 1841. Dentro de los registros históricos se certifica que la zona conocida como Melilla, incluyendo La Tablada, fueron fundos del ilustre ciudadano Dr. Manuel Herrera y Obes, Ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Joaquín Suárez.
A su muerte, su hijo Don Julio Herrera y Obes, que era entonces presidente de la República, se hizo cargo ocupando así la estancia. Entre las bellezas del lugar se destaca el aljibe tallado en un bloque de mármol blanco de Carrara, una verdadera joya artística traída desde Italia que felizmente se conserva en perfecto estado.
Esta valiosa pieza pertenecía a la casa del general Viamonte en Buenos Aires, desde allí fue traída en carreta tirada por bueyes directamente a la Redención.